La ansiedad por el dinero puede ser una de las mayores tensiones que experimentamos, en la vida.
Es un momento desafiante para muchos de nosotros, ya que nos enfrentamos a la incertidumbre en torno al empleo, la economía y nuestros ahorros e inversiones.
De hecho, un estudio de Ascent encontró que el 60% de las personas están preocupadas por el dinero en este momento.
Así que para sacudirnos lo malo y empezar el 2023 con el pie derecho, te compartimos 12 propósitos financieros para que te sientas cómodo y confiado con tus finanzas personales.
Separar emociones y finanzas 💭
El primer paso de armar propósitos financieros, ¡No te asustes! Eso podría ser más fácil decirlo que hacerlo. Pero uno de los principales pasos para manejar la ansiedad financiera es, separar los momentos en que te sientes emocional por el dinero, de los momentos en que realmente tomas medidas al respecto.
¿Te sientes estresado? No es el momento de abrir tu presupuesto y resolver problemas. Llama a un amigo. Haz un café. Da un paseo. Pon cierta distancia entre la resolución de problemas financieros y un estado realmente emocional.
Revisa tu presupuesto 👀
Oriéntate a la acción y averigua dónde puedes recortar gastos. En tiempos de estrés financiero, revisar lo que debes de un mes completo puede ser abrumador.
Así que una vez a la semana verifica lo que has gastado y así puedes verificar si hay algo que puedes recortar.
Considera acomodar tus deudas 💳
Refinanciar tu deuda, puede ser una opción para ayudarte a reducir los pagos mensuales. Pero es importante saber cómo afectará esto a la cantidad total pagada (a veces, un refinanciamiento puede extender la cantidad de tiempo que podrías estar pagando una deuda total).
Sin embargo, esto puede ayudar a brindar algo de alivio mensual a tu presupuesto, por lo que en algunas ocasiones vale la pena consultar con tus bancos y acreedores sobre las opciones para reducir sus tasas y pagos.
Si esta no es una opción, puedes también revisar cuánto es el interés de cada una de tus tarjetas, créditos y consolidarlos todos en uno.
Revisa tus planes de ahorro a corto y largo plazo 🔍
Los ahorros a largo plazo deben ser solo eso: a largo plazo. Cuando estás invirtiendo para objetivos distantes como la jubilación, es fundamental permitirte las décadas tanto del valor del dinero en el tiempo, como de la capacidad de sobrellevar varios altibajos financieros.
Ese tipo de inversión, es dinero al que idealmente no deberíamos tener acceso durante años y no debería ser parte de un plan financiero de emergencia, si esto es posible.
Los fondos de recuperación, son para tiempos difíciles, deben extraerse de los ahorros a corto plazo y mantenerse en opciones de productos de ahorro. Los cuales son mucho más líquidos y de fácil acceso en tiempos financieros difíciles.
Empieza a invertir 📈
El siguiente de tus propósitos financieros debe ser invertir. Muchos estamos acostumbrados a guardar el dinero debajo del colchón (o algo similar) pero la verdad es que con la inflación, guardar el dinero tan líquido solo hace que pierda poder de compra.
Puedes invertir en CDTs. Los CDTs son instrumentos de baja volatilidad que además le permiten a los inversionistas conocer previamente cuánto durará su inversión y cuál será la rentabilidad de esta.
También puedes invertir en fondos de inversión colectiva, que funcionan como una canasta de activos diversificada que entregan una exposición más amplia al mercado.
Conoce los fundamentos financieros 📚
Los tiempos de desafíos financieros, son un buen momento para revisar los conceptos básicos.
La información realmente es poder y, de nuevo, parte de separar la acción de la emoción es armarse con un buen conocimiento financiero.
Esto significa no ignorar las facturas, las notificaciones o las actualizaciones de saldo, por desafiantes que puedan parecer.
También significa aclarar las tasas que estás pagando por la deuda, cómo se programan tus facturas y cuáles son tus opciones para ajustar tus ingresos y gastos a corto plazo.
Por otro lado, es recomendable que compruebes y aprendas sobre conceptos financieros como el interés compuesto y cómo invertir en acciones.
Dedica tiempo a las discusiones financieras 🗣
El estrés financiero puede parecer que se apodera de nuestras vidas y está presente en todo momento.
Especialmente cuando estamos en pareja, puede ser fácil dejar que las preocupaciones financieras impregnen todos los aspectos de las conversaciones del hogar.
Otra forma importante de mitigar el estrés financiero constante es establecer tiempos y límites específicos en los que trabajarán activamente con tu pareja para buscar soluciones financieras.
Planifica una fecha y hora para discutir el dinero, establece un cronómetro y comienza tu discusión con uno o dos objetivos que esperas lograr.
Enfócate en oportunidades futuras 🔮
Nuestro instinto en tiempos inciertos es apresurarnos hacia el lado de los gastos de nuestros estados financieros personales, pero nuestra estabilidad financiera son dos caras de una moneda.
Y también hay oportunidades para mejorar nuestra situación con el dinero que aportamos.
¿Existe la posibilidad de negociar bonificaciones puntuales por el trabajo adicional que estás realizando? ¿Algo que podrías considerar revender? ¿Es hora de volver a empezar un negocio?
Innovar en nuestras oportunidades de ingresos, puede ser un desafío cuando los tiempos son difíciles. Pero a veces, la necesidad estimulan nuevos caminos creativos en nuestras vidas y este es uno que merece la pena explorar cuando estás haciendo tus propósitos financieros.
Traduce tu estrés a acciones específicas ✍️
Nuestra emoción es una herramienta financiera útil si nos impulsa a la acción. Cuando sientas que el estrés financiero se acerca sigilosamente, ponte manos a la obra.
¿Qué es exactamente lo que te preocupa? ¿Qué es lo siguiente que podrías hacer de inmediato para aclarar tus finanzas? ¿A quién necesitas pedir ayuda en esta acción?
Hablarse a sí mismo a través de un conjunto estructurado de preguntas, podrían llevarte a un próximo paso positivo, en lugar de preocuparte y correr en círculos puede ayudarte a convertir un ciclo de estrés en soluciones.
Planifica para el peor de los casos 💰
Este item no puede faltar en nuestro listado de propósitos financieros. Puede parecer aterrador, pero mencionar el peor de los casos y saber qué pasos tomarías en esa situación puede ser fortalecedor.
¿Te preocupa perder tu trabajo? OK, digamos que perdiste tu trabajo. ¿Qué sigue? ¿Cómo empezarías a buscar uno nuevo? ¿Necesitarías mudarte? ¿Cómo podrías equilibrar a través de los ahorros y los ingresos actuales? ¿Qué gastos podrían reducirse rápidamente y cuáles llevarían algún tiempo?
Piensa en ello como tu propio plan personal de acción.
Sé vocal y empieza a pedir sugerencias 👨👩👦👦
Varios grados de estrés financiero nos han golpeado a todos en nuestras vidas.
Aferrarse a la ansiedad en privado y guardarla para nosotros puede aumentar el desafío.
Encuentra un amigo o familiar de confianza con el que puedas compartir parte de tus propósitos financieros.
Ser más abiertos sobre nuestros desafíos financieros, crea un espacio para que nuestros seres queridos compartan algunas soluciones o incluso el apoyo necesario para lidiar con el estrés relacionado con el dinero.
Mira el dinero como una herramienta ⚒️
¿Qué necesitas para comprar en el supermercado? Dinero o alguna forma de pago. ¿Qué necesitas para mantener un techo sobre tu cabeza? Dinero. ¿Qué necesitas para visitar amigos en el otro lado del país? Dinero.
¿Qué tienen en común estos ejemplos? El dinero es una herramienta que se utiliza como un medio para un fin.
Cuando se trata de eso, el dinero es simplemente un recurso, y es uno que puede darte la libertad de vivir la vida que siempre has soñado.
Una vez que comiences a ver el dinero simplemente por lo que es, una herramienta, eliminarás cualquier miedo potencial o la influencia que pueda tener sobre ti, y cualquier emoción compleja que puedas tener a tu alrededor disminuirá. Hacer esto también eliminará la idea de que el dinero es “bueno” o “malo”.
Este año tienes el poder de tomar tus propias decisiones financieras y empezar a cumplir tus propósitos financieros, objetivos y metas de ahorro y de inversión.