Seguro, alguna vez en el colegio o en la universidad, oíste hablar sobre “la oferta y demanda”… Pero ¡No te vayas! Vamos a explicar este tema sencillito. En economía hay diferentes leyes o principios por los cuales se rigen o explican muchos de los comportamientos que vemos a diario en el dinero, el empleo, e incluso, en las inversiones. Uno de estos es la “Ley de oferta y demanda”, principio, que podría decirse, es la base de toda relación entre agentes económicos.
¿Qué es la oferta?
La “oferta” viene del verbo “ofrecer” y es precisamente eso: la acción de un agente económico de poner en el mercado una cantidad determinada de bienes y servicios a la venta en busca de conseguir un intercambio ya sea por dinero o por algún otro bien transable que satisfaga su utilidad.
¿Qué es la demanda?
Por otro lado, la “demanda” puede entenderse como la intención que tienen los agentes de la economía por adquirir bienes y servicios que satisfagan sus necesidades y deseos.
Conclusión inicial
Con estas dos definiciones, se puede concluir que en la oferta está quien vende y en la demanda quien compra. Por lo tanto, esta ley es la relación que existe entre los agentes que permiten que se den operaciones de compra y venta de bienes y servicios; es el principio básico sobre el que se construye una economía de mercado.)
Por otro lado, uno de los aspectos más importantes de este principio es la capacidad que tiene de influir en la formación de precios de una economía dado que siempre habrá un precio de equilibrio en donde la oferta y la demanda se encuentran. Sin embargo, en la medida que existan desajustes en esta relación, los precios de los productos, servicios o activos financieros (en las inversiones) también variarán. Por lo anterior, sucede que cuando hay un exceso de oferta (mucha cantidad del mismo producto a la venta) el precio bajará pues se convierte en un bien de “muy fácil acceso”, mientras que, en el escenario contrario, es decir, la demanda (compradores) es mayor a la oferta, el precio subirá dado que se convierte en un bien “escaso”.
¿Cómo se ve este principio económico en el mundo de las inversiones?
En el mundo de las inversiones los precios de los activos financieros varían por diferentes razones, pero definitivamente, la ley de oferta y demanda es uno de los principales motivos. Durante tu camino como inversionista te podrás encontrar con activos más “líquidos” que otros, lo cual será muy importante a la hora de elegir tus productos de inversión a partir del plazo que tienes para una meta determinada.
Si tus planes son a corto plazo, no deberías exponerte a desajustes de oferta y demanda, es decir, que no encuentres compradores o, por el contrario, que ante un exceso de demandantes el precio de venta sea menor que el esperado. En este caso busca activos preferiblemente de alta liquidez, es decir, con un nivel de oferta y demanda que te permita salir fácil de tus inversiones a precios óptimos.
Ahora bien, si, por el contrario, tu meta es de medio o largo plazo, ten en cuenta que una vez adquieras un producto financiero de inversión harás parte de la oferta, pues tu paso final será vender en algún punto tu posición para beneficiarte del cambio de valor de los activos en el tiempo. Por esto, intenta buscar activos donde tus inversiones encuentren una oportunidad de maximizar la tu rentabilidad con la ley de oferta y demanda.