¿Sabías que los mercados financieros suelen comportarse como un reloj? Así es, dentro de muchas teorías de mercados se habla de este como un ciclo (tal como las manecillas del reloj). Lo que quiere decir que si has visto tu saldo de inversión en rojo, esto seguramente no será así por siempre, en algún momento volverá a subir, así como en un reloj, las manecillas regresan a las 12:00.
En este artículo descubrirás las fases que tiene un ciclo en los mercados y así podrás entender un poco más sobre su comportamiento. Al final podrás comprender la fresa reflexiva de Sir John Templeton: “Los mercados alcistas nacen del pesimismo, crecen con el escepticismo, maduran con el optimismo y mueren con la euforia”.
No te asustes si empiezas a ver términos muy “técnicos”, los necesitamos mencionar para poder explicar lo que significan. Los mercados suelen tener 4 fases: acumulación, fase alcista, distribución y fase bajista.
El reloj marca las 6:00
Comencemos explicando la primera fase; acumulación. Este primer momento se da cuando el mercado comienza a llegar a niveles históricos de precios bajos. En ese periodo, las expectativas de los gestores de inversiones comienzan a dejar de ser negativas, y por cada inversionista que “tira la toalla” (porque no soportó la ansiedad de ver en rojo sus números y decidió retirar su dinero), hay otro que no se deja vencer por las emociones y cuya lógica lo impulsa a “recoger esa toalla”.
Sin embargo, no sucede lo mismo con todos los participantes del mercado; cuando el reloj está marcando las 6:00, aunque la sensación de los mercados es neutral, sigue habiendo escepticismo con tintes de pesimismo.
El reloj marca las 9:00
Después de la anterior, encontrarás la fase alcista. Se caracteriza por marcar la ruptura entre un mercado estable en el que unos pocos han comenzado a aumentar su apetito inversionista gracias a los “precios bajos” de los activos financieros y un mercado con tonalidades más “alcistas”. Se comienzan a notar movimientos al alza y se aumentan los inversionistas que prevén y estiman un periodo de maduración de la tendencia alcista.
Puedes identificar que esta fase está llegando a su fin, cuando la tendencia hacia arriba se vuelve más lenta (se comienza a aplanar la curva); en ese momento son aproximadamente las 11:00 en el reloj y es ahí cuando se abre paso la siguiente fase.
El reloj marca las 12:00
En esta fase, la de distribución, podrás notar una aparente calma; aunque en realidad es un respiro que dan los mercados alistándose para la caída (como cuando estamos en una montaña rusa antes del descenso). Este momento puede durar algunos meses; por lo general las variaciones de precios no son grandes, están como en un valle donde ni pa arriba ni pa abajo.
Una de las características de este periodo es que logra mezclar sentimientos en los inversionistas. Combina la esperanza de tener nuevos movimientos al alza y el miedo por un cambio repentino hacia una tendencia a la baja; es un momento complejo por la dualidad que genera… En cualquier momento la balanza puede cambiar de lado.
El reloj marca las 3:00
Después de ese “popurrí” de emociones, llega la última fase del ciclo; la fase bajista. En esta, la volatilidad en los mercados aumenta, lo cual puede ser una señal para tener en cuenta al momento de tomar decisiones sobre tus inversiones. Seguramente, esta es la etapa más “dolorosa” para quienes no logran tener la perspectiva para entender que esto es parte del ciclo y que más adelante vendrá otro.
En esta fase el pesimismo se maximiza, aun cuando en algún momento el reloj volverá a marcar las 6:00 y vendrá de nuevo la fase de acumulación del nuevo ciclo.
¿Cuánto puede durar un ciclo económico en los mercados?
La duración de un ciclo económico en el mercado de valores dependerá del tiempo en el que midas tu inversión. Dentro de un ciclo de largo plazo (por ejemplo, 10 años) puedes tener muchos “mini ciclos”.
Con esto, ya tienes un dato adicional para el manejo de tus inversiones, quizá si lo ves en rojo la mejor opción no sea retirar, identifica en qué parte del ciclo está tu inversión… No vaya a ser que un movimiento de corto plazo dañe tu estrategia de largo plazo.