La frase “borrón y cuenta nueva” siempre ha sido muy popular en las celebraciones de fin año. Ya hemos vivido casi un mes del 2021 y siendo honestos, muchos no hemos logrado pasar la página de lo que fue un año muy raro (¡es difícil cambiar el chip cuando seguimos en cuarentena!). Cambiar el chip para enfocarnos en las metas del nuevo año es particularmente difícil cuando seguimos cargando con obligaciones, deudas y malos hábitos. Acá te vamos a dar algunas recomendaciones acerca de cómo puedes empezar a manejar esas “mochilas” que sigues cargando en 2021 y acerca de qué hábitos definitivamente deben quedarse atrás en ese extraño 2020.
Lo que no podemos dejar atrás, así a veces queramos
1. Deudas: Sería lindo poder dejar atrás las deudas del año pasado, pero ese peso seguirá con nosotros hasta que decidamos ordenar nuestras finanzas personales. Si tienes cómo pagarlas (así sea un pedazo), ¡págalas! Las tarjetas de crédito y los créditos de consumo son carísimos (intereses de más del 25% al año); se va la vida trabajando para pagar esos intereses. Si no tienes cómo pagarlas, no te preocupes, todos hemos pasado por eso, la diferencia está en cómo manejamos esas deudas. Comienza el año haciendo tu plan de pago de deudas (todas… las que tienes con bancos, amigos, familia o incluso con tu fondo de empleados). Arma tu presupuesto del año para fijarte un objetivo de cuánto puedes ir pagando mes a mes con base en tus ingresos para que vayas reduciendo el interés. Esto puede hacerse, destinando una pequeña parte de tus ingresos cada mes para hacer abonos extraordinarios (lo que los bancos llaman “abono a capital”), cuando te paguen la prima o cuando te entre alguna plata adicional. Esto te ayudará a reducir el pago de intereses en el tiempo. Por último, no vuelvas a caer en la trampa de pagar ese viaje con la tarjeta de crédito a 36 cuotas, pues vas a terminar pagando varios viajes y disfrutando solo uno.
2. Metas: ¿Metas? Sí, metas. Las metas son tal vez lo único que nunca deberíamos dejar atrás, sin importar lo retadoras que puedan ser. Ya sea las metas que pospusiste en 2020 por la pandemia o alguna meta nueva para 2021; sigue priorizándolas en tu presupuesto o empieza a priorizarlas desde ya. La libertad financiera se alcanza cuando dejamos de ser esclavos de las deudas y podemos comenzar a decidir para qué meta estamos ahorrando cada mes. Si empezaste algún ahorro para un viaje o para la cuota inicial de tu casa, y por alguna razón no lo pudiste continuar o terminar, no te preocupes, mantente firme con tus propósitos. Conserva ese ahorro para ese mismo objetivo, no le cambies de nombre y mucho menos te lo gastes en otra cosa. Y si todavía no te has planteado las metas del año (o de los próximos años), acuérdate que esa moto o esa maestría no se van a pagar solas.
Lo que sí debemos y podemos dejar atrás
Hay cosas que sí debes dejar atrás pues pueden jugarte una mala pasada y terminar afectando tus finanzas personales.
1. “Fugas”: Hazte la pregunta de si esos pagos que tienes programados en débito automático son realmente necesarios. Puede que haya una suscripción que en su momento te llamó la atención y que pusiste en débito automático pero que ya no usas con tanta frecuencia. Por ejemplo, la suscripción del gimnasio al que no volviste, la plataforma de streaming que ya no usas, la suscripción a Win Sports para ver la final del futbol colombiano, y tantas otras cosas que nos ofrecen todos el días por otros canales. Los montos pueden parecer chiquitos pero estos van sumando y pueden dejarte con un hueco en el bolsillo sin que te des cuenta.
2. Malos hábitos: Todos hemos “pecado” en este campo. Los malos hábitos van desde vivir a la deriva sin un presupuesto, hasta los famosos “tarjetazos”, sin pensar en que las compras impulsivas nos pueden costar caro a futuro. La falta de planificación financiera es lo que nos lleva a embarrarla una y otra vez sin que aprendamos la lección. Aprovechemos este nuevo año para reflexionar sobre esos malos hábitos que tenemos, para así poder dejarlos atrás y mejorar nuestra salud financiera.
3. Mitos sobre las finanzas: Siempre nos hemos creído el cuento de que las finanzas son muy difíciles y que se necesita una maestría para poder aprender sobre ellas. ¡Esto es falso! Olvídate de este mito y deja atrás la idea de que “tú no puedes saber de finanzas” ¡Claro que puedes! Anímate a dar los primeros pasos y busca un aliado como tyba que te ayude con educación financiera. Ya verás que poco a poco irás ampliando tus conocimientos y ese conocimiento tendrá un efecto muy grande en tu bienestar.
Ahora ya sabes que el “borrón y cuenta nueva” no aplica para todo. Párale bolas a tus finanzas, organiza tu presupuesto del año, paga esas culebras que tanto te asustan y evita tener esos gastos de más que te pueden dejar en números rojos. Esa será la clave para que las finanzas sean tus aliadas en el proceso de alcanzar tus metas.
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