Así como lo lees: oficialmente te estoy dando permiso para comprar tu café todos los días (o inserta aquí cualquier otro lujo que te gusta darte y por el que los medios buscan hacerte sentir culpable).
Es cierto que algunos expertos financieros te dirán que tus pequeños gastos son el motivo por el que no puedes salir de tu deuda de tarjeta de crédito o empezar a invertir. Y técnicamente sí, renunciar a ese café con un extra shot de caramelo y hecho con leche de avena podría ahorrarte bastante al año. De hecho una encuesta de Estados Unidos dice que dejar de comprar 1 café al día equivale a ahorrar $1.500 dólares al año.
Pero en este caso vengo con una teoría completamente distinta. Creo que más allá del ahorro o no que puede representar esa compra pequeña, darte un lujo puede incluso ayudarte a llevar tus finanzas al siguiente nivel. Y antes que pienses que estoy loca y que perdí mi cabeza financiera, sigue leyendo.
Tu tiempo es dinero ⏰
Piensa en ti mismo como si tuvieras horas facturables, porque tu tiempo es valioso: hay un número finito de minutos en el día y seamos honestos, ya tienes muchas cosas que hacer.
Para calcular tu tarifa por hora, divide tu ingreso mensual por la cantidad de horas que trabajas por mes.
Digamos que valoras tu tiempo en $13.000 pesos por hora, y te tomas un cuarto de esa hora preparar café en casa (no te olvides de limpiar la cafetera).
Claro, estás ahorrando $6.000 pesos, pero tus 15 minutos valen $3.250 pesos. Súmale el costo del café y a lo mejor ya no es tan caro.
La misma lógica vale para un almuerzo casero o una manicura que te lleva 45 minutos pero a una profesional.
👉 Hacerlo todo por ti mismo lleva tiempo y ese tiempo es dinero. Si eliges comprar una o dos de esas cosas, recuperarás esos minutos, te sentirás menos agotado y tendrás más energía para afrontar tu día.
Tal vez usa ese tiempo extra en la oficina y trabaja para conseguir un aumento de sueldo en el futuro. O tal vez dedique esos minutos a investigar un poco sobre en qué activos invertir. De cualquier manera, deja de lado el DIY para todo y empieza a pensar en el panorama general.
Los pequeños lujos son valiosos 💅
No estoy sugiriendo que gastes de cualquier manera en lo que quieras. Créeme, sé la importancia de ser ahorrativo y aprovechar los pesitos extra; He vendido mi ropa vieja y he regateado para obtener mejores tarifas en las facturas.
👉 Pero también hay que contar que hay pequeños gastos que hacen más organizada, segura y productiva nuestra vida.
Por ejemplo, tomar un taxi cuando necesitas llegar a tiempo a una gran reunión puede ser una decisión financiera inteligente. A lo mejor ir a la peluquería te hace sentir más poderosa y confiada.
Algunos pueden decir que estos gastos son frívolos, pero los hago conscientemente y los tomo en serio. Incluso un corte de cabello o un lápiz labial, si te hace lucir profesional, es una compra importante.
Muchos estudios han relacionado la confianza con salarios más altos y un mejor desempeño. Hay áreas para recortar, pero las herramientas para la superación personal y el enriquecimiento profesional no deberían entrar en esa lista.
Negarte cosas puede ser contraproducente ⛔
Aquí hay otra forma de ver esto: las dietas estrictas rara vez funcionan, ¿verdad? Llevan, por lo general, a atracones más tarde. Si me negara un café que tengo muchas ganas de tomar, me sentiría probablemente limitada, por lo que podría hacer una compra más cara en otro lugar.
👉 Y no es mi opinión, las investigaciones han relacionado las malas decisiones de gasto y las compras compulsivas con la necesidad de mejorar el estado de ánimo.
Por lo tanto, las compras inteligentemente colocadas pueden ayudarte a abstenerse de las costosas compras impulsivas.
Si privarte y exigir demasiado te deja sintiéndote pobre y estresado entonces haz ese gasto. Cuando inviertes en ti mismo y valoras tu tiempo, les estás diciendo a los demás que ellos también deberían hacerlo. Y esa es una receta para el éxito.