En agosto hemos estado hablando mucho sobre la juventud, podríamos decir que en educatyba estamos en el mes de los jóvenes. Por eso, no queremos dejar pasar la oportunidad para hablar sobre esas increíbles cosas que, en general, todos los jóvenes tienen en común; y que son extremadamente valiosas a la hora construir un camino firme en las inversiones.
Al final de este artículo, verás que el tiempo que te da la juventud, el constante entusiasmo por asumir riesgos y la capacidad de aprender de los errores serán tus mejores aliados.
Miremos al detalle cada uno de estos:
Toda una vida por delante para recoger los frutos…
Una de las principales características que se tiene la juventud es que comienzan a abrirse muchas posibilidades para vivir grandes etapas de la vida, por ejemplo, en la vida profesional y laboral. Este inicio, si bien, no predecirá exactamente cómo será tu futuro, será el comienzo del camino de la siembra para recoger los frutos en algunos años.
Por eso, si eres joven estás en el momento indicado para hacer del tiempo uno de tus mejores aliados a la hora de hacer inversiones. Posiblemente empezarás a ahorrar montón bajos (lo que te permite tu bolsillo), pero “de grano en grano se llenan los sacos de café”. De allí la importancia de que seas disciplinado y mantengas tu plan de ahorro a lo largo del tiempo.
Para tener en cuenta:
– Evita ahorrar escondiendo la plata en alguna parte como debajo del colchón o en una alcancía gigante. Incluso, si ya tienes una cuenta de ahorros para “preservar” tu platica, no la dejes toda ahí porque irá perdiendo valor con el tiempo; estas cuentas, por lo general, generan una rentabilidad cercana al 0%.
– En la medida en que aumenten tus ingresos, aumenta el monto que destinas al ahorro. Pero recuerda, este ahorro debe empezar a trabajar para ti para que con el tiempo veas los frutos de la rentabilidad.
– Ten diferentes metas de ahorro, por ejemplo, tu maestría, un viaje, una moto o el último play, así podrás organizar tus ahorros para poder alcanzar todas estas metas.
Te debes estar preguntando, si no es en un colchón o la cuenta de ahorros ¿Dónde ahorro? No te preocupes por eso… Acá está el truco que convierte tu ahorro en inversión. Los FICs (Fondos de Inversión Colectiva) te permiten comenzar a sumergirte en el mundo de las inversiones sin tener que ser un gran conocedor o tener grandes capitales; de estos hay muchos y están diseñados para todo tipo de riesgo.
Además, te permitirá vencer a la inflación, que es el mayor enemigo de tu ahorro. Así que son un activo financiero fácil de entender, sencillo de acceder y será muy útil en el tiempo para tus inversiones.
Entusiasmo por el riesgo
En el mundo de las inversiones hay un principio que nos dice que “a mayor riesgo mayor retorno” y, aprovechando que cuando somos jóvenes por lo general somos más arriesgados, aventureros y estamos con ganas de “comernos el mundo”, buscar mayor riesgo a cambio de mayor rentabilidad a largo plazo, puede ser una buena opción.
Ya hemos hablado en artículos anterior sobre la diversificación, pues esta es nuestra mejor aliada a la hora de mitigar algunos de esos riesgos inherentes de la inversión. Aquí debes tener claro algo, puedes tener días en que veas ese saldo en rojo; ahí será clave que mantengas ese entusiasmo y como dirían los famosos corredores de bolsa: “tengas estómago” para aguantar la sensación de ansiedad de querer retirar tu dinero… Mantenerte invertido será clave, recuerda que tú estás invirtiendo a largo plazo, así que por un día negativo no vayas a renunciar a las rentabilidades futuras.
Tienes tiempo para aprender de los errores
Finalmente, otra de las ventajas de ser joven es que tienes tiempo para corregir malas prácticas y para reversar decisiones anteriores que te estén afectando, por ejemplo, a muchos nos pasó que comenzamos a estudiar una carrera sin estar muy seguros de esta y unos semestres después nos dimos cuenta de que efectivamente no era lo que queríamos.
Así como decidimos cambiar de carrera o aventurarnos a empezar a hacer lo que verdaderamente nos gustaba, no es tarde para aprender de nuestros errores y corregir en la marcha. ¡La juventud es para eso! Para probar, aprender y corregir si es necesario.
Lo anterior le puede pasar a tus inversiones, estas pueden “contaminarse” por malos hábitos que estés llevando en tu vida como por ejemplo deudas, gastos innecesarios o la falta de planificación a futuro. Si te identificas con esto, no te preocupes, aún hay tiempo de enderezar el camino y aprender de los errores.
Te puede interesar: Enamórate de tus finanzas personales
Teniendo claro estos 3 conceptos podrás aprovechar tu juventud para algo más además del deporte, la aventura, los viajes, la fiesta, el aprendizaje; tu futuro está en tus manos, en tus decisiones financieras y a una descarga para empezar a invertir.
Como recorderis de lo que acabas de leer, lo más importante es que te quedes con estos 3 conceptos: el tiempo es tu mejor aliado, aprovéchalo; si eres arriesgado mantén firme ese entusiasmo y aprende siempre de los tropiezos.