Hablemos sobre la inflación, qué es, cómo se calcula y de qué forma nos podemos proteger de ella.
Muchos de los productos básicos que compramos cada semana en el supermercado se han vuelto más caros. Los precios de la gasolina, de los alimentos y los servicios públicos, como la energía, han aumentado notablemente.
Los titulares de las noticias a menudo se centran en los efectos de la inflación, pero no siempre responden una pregunta fundamental para entender el contexto: ¿qué es la inflación?
La inflación, por lo general, significa precios más altos para los bienes y servicios, ya sea debido a la alta demanda, la escasez o problemas en las cadenas de suministros. Incluso, en algunos casos, puede ser una combinación de estos y otros factores.
Saber qué causa la inflación, qué significa realmente una tasa de inflación y cómo manejar el aumento de los precios puede ayudarte a hacer un seguimiento de los cambios en tus finanzas personales y tus inversiones.
Primero lo primero: qué es la inflación
La inflación es un aumento generalizado de los precios y una caída del valor adquisitivo del dinero. Una forma aún más simple de definir la inflación es «demasiados billetes persiguiendo muy pocos bienes».
La mayoría de los economistas utilizan una canasta de bienes, un conjunto de productos generales y sus precios, para medir las fluctuaciones de los costos.
Esta canasta de bienes se puede utilizar para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide las tasas de inflación.
El IPC rastrea cuándo los precios suben y bajan. Saber cómo cambia el precio de los bienes puede ayudar a comprender el poder adquisitivo de los consumidores.
También puede servir para comprender mejor el nivel de vida en función de la diferencia entre ingresos y gastos. Cuanto mayor sea la tasa de inflación, mayor será la dificultad para mantener un nivel de vida adecuado.
Pero, ¿qué causa la inflación?
La inflación tiene varias causas, entre ellas: la escasez de oferta y aumento de la demanda; el incremento en el costo de un bien o servicio para el cual no hay reemplazo disponible; o cambios en los salarios y aumentos de precios posteriores.
Estas tres causas comunes se denominan: inflación impulsada por la demanda, inflación impulsada por los costos e inflación incorporada.
Inflación impulsada por la demanda
La inflación de demanda se produce debido a la escasez de oferta. Si los consumidores o las empresas exigen más de lo que está disponible, el precio de dicho producto aumenta para satisfacer esa demanda.
Por ejemplo, si hay menos madera disponible debido a la alta demanda del mercado, los compradores pueden esperar pagar más por lo que hay en existencia.
También se puede terminar pagando más por las renovaciones o la construcción, dado a la alta demanda de bajas existencias.
Inflación de costos
La inflación impulsada por los costos ocurre cuando el precio de un bien o servicio esencial aumenta cuando no se dispone de una alternativa adecuada.
Por ejemplo, si los precios del petróleo aumentan, es probable que se pague más por litro de gasolina ya que no existe una fuente alternativa viable para el petróleo.
La inflación impulsada por los costos también puede ocurrir si la cantidad de dinero en circulación es mayor que la demanda de productos.
Una economía con demasiado efectivo en circulación lleva a que el efectivo pierda valor, lo que disminuye el poder adquisitivo del consumidor, o en otras palabras, reduce su poder de compra.
Inflación incorporada
La inflación incorporada se refiere a los gastos transferidos que pagan los compradores como resultado del aumento de los salarios.
Cuando los empleados reciben un salario más alto, sus empleadores suelen transferir estos gastos a sus clientes.
Por ejemplo, un restaurante que ofrece a los empleados un aumento salarial del 5% puede llevar a aumentos en los precios de los platos del menú, para garantizar que sigan obteniendo el mismo margen de beneficio.
Cómo se mide la inflación
La inflación se mide siguiendo el cambio porcentual dentro de una canasta de bienes. El cambio porcentual, ya sea que aumente o disminuya el precio, refleja la tasa de inflación durante ese período.
Índice de precios al consumidor (IPC)
El IPC mide los cambios en el costo de los bienes que compran la mayoría de los consumidores.
La canasta de bienes del IPC incluye gastos comunes, como cereales, leche y café. El índice también utiliza otros gastos frecuentes, como vivienda, muebles, viajes, atención médica y recreación.
Debido a que se enfoca en los gastos típicos de los consumidores, el IPC se usa a menudo como una herramienta de referencia para medir la inflación, especialmente cuando se trata del gasto o la confianza de los consumidores.
Cuáles son los efectos de la inflación
La inflación puede afectar a los consumidores de varias maneras, y no solo relacionado al aumento de precio de los productos.
Debido a la inflación y las políticas que pueden tomar los gobiernos y bancos centrales, los economistas sugieren que los consumidores pueden esperar o experimentar los siguientes resultados como consecuencia de la inflación:
- La disminución del valor de sus ahorros líquidos.
- Las inversiones de tasa fija generan valor lentamente.
- El poder adquisitivo puede disminuir, lo que les obliga a reevaluar el presupuesto.
- Los créditos hipotecarios de tasa fija pueden cobrar menos interés que los nuevos préstamos de tasa fija o variable.
Cómo protegerse contra la inflación
Todos aquellos preocupados por el aumento de la inflación pueden estar interesados en técnicas de cobertura de inflación o activos para sus portafolios.
La cobertura de inflación significa invertir en activos que tienen una correlación baja o negativa con industrias o inversiones afectadas negativamente por una alta inflación.
Las inversiones de cobertura contra la inflación pueden ayudar a reducir las pérdidas relacionadas con la inflación en el mercado de valores.
Los activos reales, como el oro, tienden a ser inversiones de cobertura de inflación muy adecuadas.
El oro y otros metales preciosos son comunes como coberturas contra la inflación, al igual que los bienes raíces.
Algunas materias primas aumentan de precio durante los períodos inflacionarios, lo que significa que también son una consideración para algunos inversionistas.
Los CDTs, o Certificados de Depósito a Plazo, son también una excelente opción de protección contra la inflación. A la fecha de redacción de esta nota, los CDTs tienen una rentabilidad superior al 13% efectivo anual. En tyba puedes conseguir esta alternativa si quieres empezar a invertir a la fija.
Aunque es importante estar pendiente del dato de la inflación, también es importante saber que los períodos inflacionarios son cíclicos y que en muchos casos las estrategias de inversión pensadas a largo plazo y que incluyen diversificación en muchos casos funcionan durante estos períodos de tasas de inflación más altas.