Estar soltero es bastante maravilloso. Puedes priorizar a tus amigos, tener más tiempo valioso para dedicártelo a ti mismo y dedicarte a todos los pasatiempos y hobbies que a menudo se quedan en el camino cuando uno está en pareja y con menos tiempo.
Aún más genial es la oportunidad de conocer gente nueva: ir a citas, bailar hasta tarde la noche con personas que apenas conoces y vivir tu mejor realidad de Sex and the City y Everything I Know About Love 🌃.
Viendo mi dating life y el de amigas, he llegado a la conclusión que salir de citas en esta época de redes sociales y tiempos cortos de atención es tan entretenido como agotador.
Y si bien podría hablar del ghosting (en serio ¿por qué existe?) y de lo incómodo que es ver cuando tu nuevo prospecto le da like a su ex en Instagram, esta vez me quiero enfocar en el tema de finanzas.
Porque estar soltero es realmente *muy* costoso. Y no solo el costo emocional, estoy hablando del serio gasto que hace en el presupuesto una primera cita.
👉 De hecho un estudio reciente de ING Australia, los solteros gastan $43 mil millones de dólares al año en citas, SOLO EN AUSTRALIA. Esto es un aumento de cuatro veces desde 2017.
Otro estudio reciente de Match.com mostró que los solteros estadounidenses gastan alrededor de $60 dólares al mes solo en una primera cita.
Entonces ¿quién paga en la primera cita? 🤔
Y aquí es donde la cosa se pone más entretenida. Porque creo que todos estamos de acuerdo que salir es caro y conquistar a alguien con cenas, idas al cine y salidas a bailar es costoso.
Pero, cuando se trata de la primera cita y causar una buena primera impresión ¿quién carga con ese costo financiero?
Para esto decidí hacer algo muy científico. Subí una encuesta en Instagram preguntando a mis seguidores quién paga la primera cita.
Y conseguí unos hallazgos interesantes. Si bien la mayoría de los hombres creían que tenían que pagar la cuenta, las respondedoras de mi encuesta estaban más dispuestas a dividir la cuenta o pagar, si iniciaban la cita.
Muchos también me dijeron (en conversaciones que surgieron a raíz de mi investigación oficial) que a menudo les preocupaba poder pagar las citas, mientras que otros todavía estaban tratando de averiguar si habían tenido una cita en primer lugar.
Muchos habían aprendido a improvisar a raíz de situaciones financieras no tan abundantes, de hecho una pareja que me respondió se unió por el amor compartido por las largas caminatas.
Tuve también un debate muy interesante con un profesor de sociología que sospecha que, además del aumento de las tasas de interés y la inflación, la obsesión cada vez mayor con las redes sociales y, en consecuencia, esta cultura de comparación, tiene algo que ver con el aumento de los costos en las salidas.
Después de todo, ver a la gente visitar los mejores bares y los restaurantes más nuevos todo el tiempo es la mejor manera de sufrir de un FOMO profundo y eso parece estar empujando a todos a hacer cada vez gastos más grandes en honor a un date que sea #goals.
👉 Es tanto el miedo financiero que existe alrededor del amor (que debería ser gratis), que según una encuesta llevada a cabo por la app de citas Bumble, casi un tercio de los solteros prefiere no buscar pareja para ahorrarse costos o porque no se encuentran en una situación financiera que lo permita.
Según esa misma encuesta los hombres todavía están empeñados en pagar las citas, por lo que corren con gran parte de este costo elevado. De hecho solo el 35% de los hombres solteros estaría dispuesto a dividir el costo de las citas y en muy pocos casos. Lo que quiere decir que el 65% pagaría la primera cita sí o sí.
Como no me podía quedar solo con los problemas y tenía que traer soluciones decidí consultar con una experta de etiqueta sobre qué hacer en la primera cita para reducir un poco la incomodidad cuando llega la cuenta.
¿Su primer comentario? El que invita paga 💸.
De hecho, según ella, la mayoría de los expertos en etiqueta sugieren esto como una buena regla general para una primera cita. Cuando invitas a salir a alguien, estás invitando a la persona a ser tu invitado. Y los invitados no deben esperar pagar.
Su otra recomendación es que, si estás invitando a salir, elijas un lugar que puedas pagar con comodidad. Si la expectativa es que pagarás, elije una salida que puedas pagar sin pedirle a tu cita que contribuya y sin esperar nada a cambio.
Recuerda que una cita es eso, una oportunidad para conocerse mejor, así que no por que estés invitando a alguien a un lugar debes esperar que haga algo a cambio para “pagar” tu invitación.
Finalmente no mientas o hagas gestos que no piensas cumplir. Por ejemplo, no vayas por la cuenta si no quieres pagarla, o no te ofrezcas a dividir la cuenta si luego cuando lo acepten te vas a ofender.
Básicamente deberías ser honesto con lo que dices para evitar incomodidades Así que cuando aceptes una cita, asegúrate de que también puedas pagar el lugar al que vas, en caso de que te pidan dividir la cuenta.
Es difícil hablar de dinero, particularmente en una primera cita. Pero esto puede ser un buen ejercicio de comunicación. Si tienes ciertas expectativas de quién debe pagar en la cita, trata de superar la incomodidad y simplemente dí la verdad. Si no sale bien, al menos has eliminado a alguien que no es tu money match y le habrás ahorrado tiempo a todos.