La inversión pasiva es una estrategia de inversión que implica comprar y mantener inversiones durante un largo período de tiempo, en lugar de realizar transacciones frecuentes para tratar de vencer al mercado.
Es una estrategia de referencia para los inversores a largo plazo porque aprovecha la tendencia alcista típica del mercado general durante muchos años, que tiende a ser favorable.
Minimizar las transacciones también garantiza que los costos de transacción sean lo más bajos posible.
Pero… ¿Qué es la inversión pasiva? 🤔
La inversión pasiva, que a veces también se denomina gestión pasiva, se clasifica mejor como una filosofía de “comprar y mantener”.
En esencia, es un enfoque de inversión sencillo que evita la compra y venta frecuente y busca invertir en valores que probablemente crezcan a largo plazo.
En consecuencia, los inversores pasivos apuestan por aumentos constantes del mercado en lugar de intentar ganarle al mercado.
Esto se opone directamente a la gestión activa, que exige transacciones frecuentes en un esfuerzo por lograr rendimientos superiores a la media.
Cómo se ven los portafolios pasivos 👀
Las carteras pasivas suelen incluir algunos tipos diferentes de inversiones. Los principales entre estos son los fondos indexados, los fondos mutuos y los fondos cotizados (ETF).
En lugar de seleccionar valores individuales como acciones o bonos, estos fondos buscan diversificarse en una serie de posiciones individuales.
Como ejemplo, un fondo centrado en acciones podría invertir en múltiples acciones en mercados específicos, como las acciones estadounidenses de gran capitalización, o las acciones del mercado internacional.
- Fondos mutuos: cuando compras uno de estos fondos, estás invirtiendo en una empresa que comprará y venderá acciones, bonos y más en tu nombre. En otras palabras, los fondos mutuos combinan gestión profesional y diversificación.
- Fondos cotizados en bolsa: si bien son similares a los fondos mutuos en muchos aspectos, los ETF se negocian en una bolsa como una acción. Siguen una colección de acciones o un índice (como el S&P 500, los índices MSCI y el promedio industrial Dow Jones). Si bien los ETF pueden adoptar una variedad de enfoques de inversión, es un poco más probable que adopten un enfoque de inversión pasiva que un fondo mutuo.
- Fondos indexados: un fondo indexado puede ser un fondo mutuo o ETF; de cualquier manera, tu inversión seguirá el rendimiento de un índice. Esto ha llevado a muchos inversores individuales a considerar agregar fondos indexados a sus carteras en lugar de ETF.
Pros y contras de la inversión pasiva 📈📉
Cada estrategia de inversión tiene sus fortalezas y debilidades, y la inversión pasiva no es diferente.
Para aquellos que no tienen motivos para meterse en nada arriesgado, la gestión pasiva proporciona tanta seguridad como se puede esperar.
Debido a que las inversiones pasivas tienden a seguir el mercado, que tiende a experimentar un crecimiento constante a lo largo del tiempo, la probabilidad de que se pierdan los activos invertidos es baja a largo plazo.
Estos son algunos de los mejores pros y contras cuando se trata de inversión pasiva.
Ventajas de la inversión pasiva
Uno de los principios fundamentales de la inversión pasiva es el mantenimiento de participaciones a largo plazo. Debido a que hay compras y ventas muy poco frecuentes, las tarifas son bajas. En resumen, perderás menos de tus retornos en la administración.
Los ETF y los fondos mutuos son elementos básicos de las carteras de inversión pasiva.
Todos ellos también tienen un par de características en común: gestión profesional y diversificación inherente.
Cuando inviertes en acciones, bonos o cualquier otro valor de forma individual, depende de ti elegir cuáles quieres y cuándo comprarlos y venderlos.
Dado que los profesionales de la inversión administran el trío de fondos antes mencionado, obtendrás las recompensas de una sólida diversificación y asignación de activos sin ensuciarte las manos.
Elegir un fondo mutuo indexado o ETF da como resultado un enfoque particularmente de no intervención.
Contras de la inversión pasiva
Para los inversores que desean total discreción sobre su cartera, la inversión pasiva puede no ser la mejor opción.
Las carteras pasivas suelen contener la mayoría de los fondos que están bajo la jurisdicción de los administradores de fondos.
Por lo tanto, si bien el rendimiento general de estos fondos dicta tus rendimientos finales, las decisiones de inversión no están bajo tu control.
Por lo tanto, esta falta de personalización y flexibilidad podría hacer que los inversores pasivos sientan que no están lo suficientemente involucrados en la gestión general de su dinero.
Por supuesto, administrar sus propias inversiones puede ser complicado a menos que sepas lo que estás haciendo.
De hecho, incluso los inversores más “inteligentes” enfrentarán luchas significativas. Por más arriesgada que sea, técnicamente la inversión pasiva tiene menos rentabilidad que las estrategias que buscan ganarle al mercado a través de la selección de acciones y operaciones recurrentes.
Sin embargo, a cambio de esta compensación, los inversores pasivos suelen ver un crecimiento lento y sostenido.
Debido a que la inversión pasiva es un enfoque innato a largo plazo, es mejor para aquellos con objetivos financieros a largo plazo.
Por ejemplo, los inversores pasivos podrían estar ahorrando para la jubilación o para la educación universitaria de sus hijos.
Antes de invertir dinero en el mercado, debes tomarte un tiempo para conocer las estrategias disponibles para ti. Eso incluye la inversión pasiva.
Al igual que muchos otros temas financieros, la educación es invaluable. Entonces, aunque la inversión pasiva tiene muchas ventajas, eso no significa que sea la estrategia adecuada para todos.