Estamos viviendo tiempos económicos difíciles. Por un lado, la inflación es mucho más alta de lo que los gobiernos tenían estipulado y, por otro lado, la bolsa de valores ha tenido un rendimiento mixto, con una tendencia a la baja.
Incluso, cuando la economía está relativamente tranquila, es bueno asegurarse de no tener demasiado (o muy poco) dinero en efectivo, pero ahora es aún más necesario saber de cuánto estamos hablando.
Hablemos sobre el rol del dinero en efectivo en tu presupuesto
En el mundo de las finanzas personales, “efectivo” no suele significar, literalmente. Como el que puedes sostener físicamente en la mano (o esconderlo debajo de tu colchón o en el tarro de galletas). En cambio, tiende a denotar simplemente el dinero que vive en tu cuenta corriente o de ahorros.
El objetivo de mantener tu dinero en efectivo es la estabilidad y la liquidez. Por lo tanto, las cuentas bancarias que elijas deben permitirte retirar o transferir tu dinero de forma rápida y sencilla.
La importancia de mantener dinero en efectivo
Debes guardar algo de dinero en efectivo, porque te da estabilidad financiera. Si tienes muy poco, podrías encontrarte en un lugar realmente difícil si pierdes tu trabajo o si aparece una emergencia financiera.
Pero también hay algunas buenas razones para no tener demasiado dinero en efectivo.
La inflación (también conocida como el aumento de los precios con el tiempo) reduce considerablemente tu poder adquisitivo; en otras palabras, disminuye el valor de cualquier dinero que tengas en efectivo.
Incluso si la inflación fuera la tasa “objetivo” del gobierno, que normalmente es baja, el interés que ganarías en tu cuenta de ahorros, probablemente no se mantendría con ese número.
O sea, que incluso en períodos que no se consideran inflacionarios, tu dinero pierde poder de compra estando en una cuenta. ¿Y ahora, con una inflación alta? Pierde tanto que deja de ser inteligente mantener mucho.
Además, cuando inviertes a largo plazo en lugar de ahorrar tu dinero en efectivo, tienes la oportunidad de obtener mayores rendimientos.
De hecho, el mercado de valores ha arrojado un promedio anual del 10% desde 1928. Mucho más alto que cualquier tasa de interés de las cuentas de ahorro, incluso que las que prometen pagar intereses altos.
Y eso hace una gran diferencia: la brecha económica de género. Los hombres tienden a invertir el 40% de su dinero, mientras que las mujeres tienden a invertir solo el 29%.
Por supuesto, invertir siempre conlleva riesgos. Especialmente cuando los mercados son volátiles, puede ser tentador sacar dinero de tu portafolio de inversiones y esperar a que las cosas se “calmen”.
Pero eso tiene su propio riesgo: nadie sabe qué pasará mañana, y si dejas de invertir, si los mercados vuelven a subir, te perderías de esas ganancias y sufrirás solamente las pérdidas.
Entonces, ¿Qué tanto dinero deberías de tener en efectivo?
La cantidad exacta será diferente para cada uno, pero es la suma de tres cosas:
- El dinero que usas para pagar tus cuentas. Este es bastante sencillo: el dinero para los gastos de la vida diaria debe permanecer en el banco.
- Tu fondo de emergencia. En serio. Este dinero tiene que estar en efectivo y con alta liquidez. La cantidad exacta que necesitas dependerá de tu situación financiera personal. Pero generalmente se recomienda apuntar a un salario neto de tres a seis meses (o hasta nueve meses, si trabajas por cuenta propia o si tienes muchos dependientes).
- Cualquier dinero que necesites en los próximos dos años. Ahorra también en efectivo o en instrumentos de inversión con mayor estabilidad como los CDTs para objetivos a corto plazo. Aquí entran los fondos de vacaciones, dinero para el seguro del carro del próximo año, etc. Si los mercados siguen bajando, uno o dos años pueden no ser tiempo suficiente para que vuelva a subir.
Invertir es mejor y más seguro cuando se da a largo plazo, por lo que generalmente es mejor para plazos de más de dos años.
Dicho esto, si te estás acercando al último año o dos de tu objetivo de inversión a largo plazo, por ejemplo, has estado invirtiendo para hacer el pago inicial de una casa y quieres hacerlo el próximo verano, la decisión no es tajante, especialmente si no estás seguro de que vayas a usarlo tan pronto.
Ya sea que decidas retirarlo como efectivo o dejarlo invertido (idealmente en un portafolio que se vuelve más conservador a medida que se acerca esa fecha) depende de ti y tu tolerancia al riesgo. Sacar tu dinero en general, conlleva algún tipo de carga impositiva, así que también hay que pensar en eso.
Cuando el panorama económico se siente incierto (como en este momento), está bien aumentar un poco más estos números para tener mayores espacios. Mantener un poco de margen de maniobra adicional en tu cuenta de ahorro y reforzar tu fondo de emergencia, son buenas estrategias. Pero el consejo es el mismo en esencia.
Así que canalice a tu propio ricitos de oro internos en cuanto a definir cuánto dinero en efectivo dejar en tu presupuesto: no demasiado caliente (mucho), no demasiado frío (poco), sino justo lo correcto. Y siéntete bien por el hecho de que lo estás haciendo bien para tú yo del futuro.