Donar recursos a una buena causa es una magnífica meta financiera. Y es uno que se siente especialmente urgente en este momento, en el que los impactos de la inflación, la recesión económica y otras situaciones afectan tanto a las fundaciones y a los grupos más vulnerables.
Las donaciones caritativas son buenas para todos. Las organizaciones sin fines de lucro contribuyen y refuerzan la economía en cientos de formas distintas.
La donación de dinero es una forma accesible e importante para que las personas que tienen más privilegios ayuden a redistribuir parte de ese dinero, entre quienes tienen menos.
De hecho, según un estudio del Harvard Business School, donar dinero a una buena causa o gastarlo en otros puede hacer que te sientas más feliz.
Pero esto también es cierto: Incluir donaciones en tu presupuesto, puede quedarse atrás en la lista de “cosas que quiero hacer”, especialmente ahora, con la economía en crisis.
La buena noticia es que, no tienes que ser capaz de dar mucho para marcar la diferencia, e incluso ese mismo estudio de Harvard, dice que tampoco es necesario dar mucho para cosechar esos beneficios de sentirse bien. Ganar-ganar.
Con todo eso en mente, aquí está nuestro mejor consejo sobre cómo hacer que dar sea una prioridad en tu presupuesto.
Comprométete con un monto 💰
Ser lo más específico posible sobre lo que pretendes hacer puede ayudarte a lograr tu objetivo de donar más dinero.
Eso significa decidir, con anticipación, cuánto vas a dar cada mes y hacer todo lo posible para mantener ese número.
Hacer espacio para las donaciones en tu presupuesto, puede requerir cierta negociación contigo mismo y tus hábitos de gasto actuales.
Pero las decisiones de gasto pueden ser más fáciles cuando dejas que tus valores te guíen. Nos gusta llamar a este gasto, intencional.
No te preocupes demasiado por la cantidad. Si no puedes permitirte el lujo de donar tanto como te gustaría, puedes avanzar con el tiempo. La parte importante es que estás poniendo dinero donde está tu corazón.
El lugar de las donaciones en tu presupuesto 👀
En tyba, hablamos de dos estrategias presupuestarias principales: La “regla” 50/30/20 y el enfoque de un número. Puedes trabajar las donaciones en cualquiera de estos enfoques.
La regla 50/30/20
La premisa básica de 50/30/20 es que destinarías el 50% de tu salario neto a las necesidades, el 30% a la diversión y el 20% a “Future You” o tú yo del futuro (cosas como ahorrar e invertir).
Es un sistema flexible: puedes ajustar esos porcentajes a lo que funcione mejor para ti, pero esa es la esencia.
Recomendamos categorizar las donaciones en tu cubo “Divertido”, porque no son necesidades y no son para Future You. Y dada esa investigación sobre cómo donar dinero, puede hacerte más feliz, estamos bien con esta categorización de facto.
El enfoque de un número
El enfoque de un número funciona dándote un número para recordar: la cantidad que puedes permitirte gastar en “costos flexibles” cada semana.
Eso significa restar tus “costos fijos”, cosas que tienes que pagar todos los meses, como el alquiler. El dinero de Future You de tu salario neto y dividirlo por la cantidad de semanas en el mes.
En este caso, clasificar las donaciones en tu presupuesto es aún más fácil. Si te registraste para hacer una donación recurrente que se retira de tu cuenta todos los meses, se categoriza con tus otros costos fijos.
Si vas a repartir las donaciones a lo largo del mes, en su lugar, saldrán de tu cantidad de “número único”.
Consejos para mantenerlo en el tiempo ⏱
Decir que vas a donar este dinero cada mes es una cosa; realmente hacerlo es otra. Aquí hay algunas estrategias, para convertir ese compromiso en acción.
Alinea tu estrategia de donación con iniciativas que te entusiasmen
Una vez que sepas cuánto puedes permitirte donar, es hora de la parte significativa: Decidir dónde donar. Si estás entusiasmado con la causa a la que estás aportando, es más probable que sigas donando.
¿Hay una organización (o dos o tres) que resuena profundamente con tus valores? Aparta una sección del dinero de tu donación para ellos cada mes. De lo contrario, podrías investigar un poco y elegir algunos para familiarizarte.
Configurar donaciones recurrentes
Otra cosa que puede ayudar: Ponerlo en piloto automático, es decir, establecer donaciones mensuales recurrentes a la(s) organización(es) de tu elección.
Esto no solo te quita la responsabilidad de recordar (y decidir activamente) donar cada mes, sino que también, es realmente útil para la organización.
Las donaciones recurrentes son, por supuesto, más fáciles de predecir, por lo que facilitan que las organizaciones planifiquen sus presupuestos operativos.
Bonificación: la mayoría de las organizaciones mantienen a sus donantes mensuales en contacto con boletines e informes anuales, lo que significa que te sentirás más involucrado e informado sobre el buen trabajo que están haciendo, lo cual es inherentemente gratificante.
Además, recibirás un pequeño recordatorio de tu decisión de donar que te levantará el ánimo cada mes, cuando recibas el recibo de la donación en tu bandeja de entrada.
Programa tus donaciones estratégicamente
Otra manera fácil de hacer que las donaciones sucedan es programarlas justo al comienzo del mes (o justo después de que te paguen).
Es algo así como la gente habla de “pagarse a sí mismo primero” cuando se trata de ahorrar e invertir: Si puedes donar el dinero de inmediato, no tendrás la oportunidad (o la tentación de) gastarlo en otras cosas.
Encuentra un amigo
Finalmente, no hay nada como un socio responsable. Si encuentras a alguien más que también quiere dar prioridad en su presupuesto, pueden celebrar sus donaciones juntos. (El mejor texto grupal de la historia).
Último paso: Disfruta de la sensación de que a tu dinero le va bien en el mundo. Te lo mereces.