¿Te acuerdas que cuando eras pequeño, antes de empezar un juego con tus amigos, se decían las reglas en voz alta para que todos las tuvieran claras? Las “reglas” han estado presentes siempre en nuestras vidas, garantizando que las cosas transcurran de la mejor manera posible.
Incluso, aunque no lo creas, en el mundo de las inversiones también hay “reglas” y es mejor conocerlas si quieres convertirte en un inversionista. Al final del artículo, descubrirás por qué con tyba ¡vas a ganar en este “juego”!
Para comenzar a invertir, primero es necesario que hagas un recuento de tu situación económica actual para saber cómo están tus finanzas. Esto es importante porque te ayudará a saber con cuánto dinero cuentas para iniciar esa inversión y para construirla en el tiempo. Aunque esta no sea una regla, te ayudará a organizarte.
Para conocer el estado actual de tus finanzas es muy sencillo:
- Identifica cuáles son tus ingresos totales, eso incluye salarios e ingresos adicionales, si los tienes.
- Organiza tus gastos mensuales, incluyendo tanto los fijos como los que usas para “salir los fines de semana” (aunque por pandemia no estés saliendo mucho).
- Resta ingresos menos gastos y así sabrás cuánto dinero tienes para ahorrar e invertir durante el mes e incluso si quieres, puedes ajustar tu plan de gastos para ahorrar un poco más.
Una vez hayas hecho lo anterior, ya puedes continuar con el siguiente paso; la primera regla de oro. Aunque parece obvio; esta es determinante para poder entender qué tipo de inversionistas eres. En este paso deberás definir tu perfil de riesgo.
Seguro te estarás preguntando cómo definir tu perfil de inversionista; es muy sencillo:
- Debes conocer el origen de la plata que vas a poner a invertir y la cantidad que estás dispuesto a invertir (una parte de este ya lo has hecho en el punto anterior).
- Identifica tu capacidad de tolerar el riesgo, es decir, qué tan dispuesto estarías a poner en riesgo tu dinero.
- Define tus metas de inversión, ¿serán de corto, medio o largo plazo?
La siguiente regla de oro, que en realidad debería estar presente desde el primer momento, es invertir algo de tu tiempo en educación financiera, así podrás “tener más cancha” en el tema cuando te ofrezcan un producto de inversión. Además, te llevará a tomar mejores decisiones con respecto al manejo de tu dinero y de tus inversiones.
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Antes de contarte sobre la siguiente regla, debes saber que en toda inversión (¡TODA!) te enfrentarás a algún tipo de riesgo. El riesgo en las inversiones se materializa cuando perdemos plata, así sea transitoriamente por la volatilidad de los mercados.
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La siguiente regla está alineada con tus metas; cada inversión debe tener un objetivo final, ya sea ahorro, un viaje, tu retiro, etc. Establecer tu objetivo te ayudará a identificar qué opción de inversión te conviene más. Por ejemplo, si quieres invertir a largo plazo para comprar vivienda propia, lo más adecuado sería invertir en un vehículo que a largo plazo pueda generar mayor posibilidad de rentabilidad (aunque a corto plazo pueda exponerse a mayor volatilidad).
Después de que conozcas tu perfil como inversionista y que establezcas cuál será el objetivo de tu inversión, es hora de que busques las opciones de inversión que mejor se adaptan a tus necesidades.
Hay muchas opciones para hacerlo, entre ellas están las acciones, los CDTs, los Fondos de Inversión Colectiva, los Fondos de Pensiones Voluntarias, entre otros. Lo ideal y más recomendado es que diversifiques tu inversión, es decir “no poner todos los huevos en la misma canasta”.
¡Listo! Ya conoces las reglas que debes tener en cuenta para comenzar a invertir, pero te falta el cómo. El camino más adecuado (si no eres un “ducho” en el tema), es buscar asesoría de expertos que te acompañen a conseguir tus objetivos; es acá donde aparece tyba.
Con tyba vas a tener una aplicación que te acompañará y asesorará en la construcción de tu perfil de riesgo. Además, te recomendará el tipo de inversión que más se ajusta a tus objetivos; con el plus de diversificar tu inversión de acuerdo con tus necesidades como inversionista.
Ya no te debes preguntar más cómo empezar a invertir… ¡Anímate!